Los agricultores aseguran que el cereal se está pagando entre 11 % y 18 % menos. El Gobierno dice que habrá diálogo con la industria para que remunere lo justo.
En 2015, el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, anunció el inicio de la estrategia que sería su estandarte durante los siguientes tres años: Colombia Siembra. Es un plan que nació con el objetivo de que en el país se sembraran un millón de hectáreas nuevas en productos como maíz, soya y frutales. Entre quienes se destacaron por sus resultados, sin duda, estuvieron los arroceros, que alcanzaron cosechas “históricas”, en palabras del mismo ministro.
En 2016, el país llegó a 570.802 hectáreas y más de tres millones de toneladas de arroz producidas. Un resultado positivo que no sólo puso a Colombia como el primer productor de este cereal de la Comunidad Andina, como ha destacado el Gobierno, sino a pensar en ser autosuficiente en el abastecimiento de ese alimento, importar únicamente los contingentes contemplados en el TLC con Estados Unidos e incluso buscar mercados para exportar.
Pero, junto con eso, vino el temor de que los precios para el productor se fueran al piso, y casi un año después de presentado el Colombia Siembra, en agosto de 2016, la cartera agropecuaria inició un programa de incentivo al almacenamiento del cereal para el segundo semestre de ese año. Este mecanismo consiste en dar una compensación a quien almacene el arroz, con el fin de que el precio al agricultor no baje y, al tiempo, se logre un equilibrio en la oferta que hay en el mercado. Es un aliciente cuyo desembolso ahora tiene preocupados a los productores, quienes han visto una reducción en los precios, cuando menos, de 11 %, en comparación con el año pasado. Por eso, esta semana llegaron a anunciar un paro a partir del próximo 6 de junio y una movilización hasta Bogotá de no encontrar una solución.
“Esta situación se ha presentado porque el Ministerio no ha pagado tres meses de incentivo, lo que ha llevado a que los molineros pretendan bajar el precio a los productores”, explicó Óscar Gutiérrez, vocero de Dignidad Arrocera y Dignidad Agropecuaria. Para Gutiérrez, “es claro que no hay sobreoferta ni un excedente muy grande de arroz en el mercado. Los molineros quieren eso (bajar el precio) para tener una sobreganancia”, agregó.
Por esa razón, en reuniones sostenidas el martes en la noche y este miércoles, dice Gutiérrez, la petición al Ministerio fue su intervención y el pago del incentivo, y a la industria, que “asuma con claridad los precios remunerativos al productor”. El ministro, según lo anunciado, se reunirá hoy con los industriales para llegar a una con certación que garantice su rentabilidad, pero también un precio justo para los productores. El Espectador quiso conocer la posición de Induarroz, de la Andi, que prefirió no pronunciarse hasta concluir la reunión con el Gobierno.
Para Rafael Hernández, gerente de la Federación Nacional de Arroceros, no se trata de “que haya habido incumplimiento del Ministerio, sino un retraso en la disponibilidad de los dineros para pagar” el incentivo. Se refiere a que los recursos vienen con la adición presupuestal que se le hizo a la cartera, “pero eso –dice Hernández– tiene un proceso de aprobación en el Congreso y en el Ministerio de Hacienda”. Lo que para él es cierto es que el agricultor está “desesperado” por ser quien recibe el “golpe” de una baja en los precios de entre 11 y 18 %.
En una declaración dada el miércoles en la mañana, el ministro Iragorri afirmó que “hay que buscar un punto de equilibrio con un precio que les permita a los productores seguir creciendo. Se necesita un acuerdo de buena intención entre productores y molineros para que todos ganen”. No dejó de destacar que en dos años Colombia pasó de importar cerca del 50 % del arroz que consume, a la autosuficiencia.
Por lo pronto, según el vocero de Dignidad Agropecuaria, los productores esperarán los resultados de la reunión entre el Ministerio y la industria. “Si no hay soluciones, las combinadas, tractores y agricultores no estarán en el campo sino en las vías del país”, concluyó.